Por Andrés Silva Arancibia (*)
La Industria Farmacéutica por estos días nos sigue sorprendiendo. Ahora se erige la "Colusión 2.0", en otras palabras, el traspaso de información privada de pacientes, bajo Secreto Profesional Médico, desde las Isapres hacia las Farmacias, teniendo como principal objetivo, maximizar la rentabilidad por cliente para la empresa (farmacia). Si bien en la Teoría, el E-Business y en particular el CRM, persigue maximizar la rentabilidad por cliente cultivando la relación con éste, a través del profundo conocimiento del consumidor, esto no implica necesariamente vulnerar los valores éticos. Bajo un razonamiento lógico, la culpa no es imputable a la herramienta (CRM, E-Business), la culpa se adjudica al uso que la persona hace de la herramienta. Un cuchillo puede ser usado por un maestro de cocina de una manera fenomenal. No obstante, el mismo cuchillo puede ser utilizado por un criminal para agredir físicamente a una persona. ¿Culparemos al cuchillo?. No, culparemos al criminal. Entonces, por favor manos a la obra, y a buscar a los posibles ejecutivos responsables de estas horribles prácticas. Cuidemos la forma de hacer negocios. Hagamos Marketing con Ética.
(*) DEA; MBA, España.
